Nosotros

Entendemos como son los días en Pitalito. Un municipio creciendo en el tamaño adecuado para que todo este cerca, sus habitantes buenagentes que se hacen querer,  el clima fresco pero que cuando “llueve y sale el sol, son las gracias del señor” ¡es coloquialmente un buen vividero!

Hay algo mágico en este valle, y todo buen observador lo sabe. Pues cuando baja por las calles se encuentra de frente con las montañas de la majestuosa cordillera de los andes. Y en medio de esta descripción exquisita viene el protagonista, quien en años recientes nos ha consagrado como nuevo eje cafetero de la calidad en la nación.

¿y que es lo primero que le viene en mente cuando hablamos de café? Bueno, probablemente la imagen de un grano maduro, un árbol florecido, un cafeto en plena cosecha, un tinto, una finca…en fin. El café tiene tantas representaciones y por eso nos hace pensar globalmente ¿y sabe por qué? Porque es un proceso productivo agropecuario y cultural. Tomemos como ejemplo el tomate (sin desprestigiar a sus productores) es un vegetal indispensable en las comidas y lo consumimos casi todos los días, y lo valoramos, y corremos tras la ofertas, y aprendemos cuanta receta sea posible, y lo degustamos felices, pero, ahí se detiene porque al menos en Colombia no se brinda tanto homenaje a dicho tomatito; el café tiene su propio ritual.

Historia del proyecto

La naturaleza expresa el amor de Dios, estas tierras son una bendición. Somos parte de un mundo vivo y aprendemos a través de los sentidos, y precisamente lo bonito del campo es que en medio de esa paz y tranquilidad todo lo que ves es vida, un espectáculo de verde, blanco y azul cielo (los colores de la bandera municipal) Muchas veces en medio del estrés citadino buscamos descargar música de relajación, hasta que descubrí que el encanto, es el lugar preciso para apreciar el sonido del mundo, de tiempo completo la sinfonía de las aves migratorias y residentes de los cafetales; el agua de la quebrada y el silencio inexorable de la noche que nos enseña mucho más cuando se acompaña de un cielo despejado con el brocado misterioso de las estrellas. El espíritu se alimenta sanamente en el encanto.

Finca ubicada en el corregimiento de Bruselas, en la vereda que por cierto, lleva su mismo nombre ¡el encanto! Entonces acá tenemos un trio de homónimos: la vereda encanto, la finca encanto, la tienda encanto, y las baristas por supuesto ¡un encanto!

La finca esta sobre los 1750 m.s.n.m las condiciones de altura, clima y humedad relativa son propicias para el cultivo de café. El trabajo del campo es incansable, y nuestro personal se esfuerza en aplicar las buenas prácticas agroecológicas. Contamos con variedades de café como caturra, Colombia, y tabí. La tierra negra y pulpita es rica en nutrientes necesaria para que la semilla exprese su calidad, y que esa calidad se sostenga en el proceso de recolección, beneficio, y almacenamiento. Lo que le se hace en la finca es un gran porcentaje de la garantía que ofrecemos al consumidor de café. Porque el grano es cuidadosamente seleccionado: que se recolecten los granos maduros, que se desechen los granos con defectos, que los tanques estén limpios, que el café tenga su tiempo justo de fermentación, que el secadero este ventilado y el pergamino sea rotado para obtener un secado uniforme. Tenemos que estar seguros de lo que ofrecemos y tener dignidad de preparar una buena taza.

Así que la finca no podía ser menos, no es tan solo hectáreas de tierra, es un punto vital. 

Nuestros usuarios

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